Lo que más me sorprendió de esta ciudad fue la cantidad de gente que iba en moto a todas partes. No existen reglas, simplemente unos cuantos semáforos que se estropean con facilidad así que existe la posibilidad de que en ese momento en el que quieres cruzar la calle te tengas que enfrentar con unas 200 motos que no respetan ni pasos de cebra ni cualquier otra señal de tráfico. Aquí os dejo unas fotos que ilustran lo que os estoy contando.
Destacar además el contraste tan grande que hay de unas zonas a otras. Sólo unas calles separan las zonas comerciales, donde puedes encontrar enormes tiendas de lujo como la de Louis Vuitton, de otras zonas con mercados callejeros donde la gente come en pequeños taburetes en la acera. Zonas pobres y llenas de vida rodeadas de lujo, lujo llegado desde lejos para aquellos turistas que se lo pueden permitir y algunos "locales" que han tenido más suerte que la mayoría.
Tampoco pude adentrarme mucho en la vida de los locales para conocer bien la situación del país pero, por lo que pude ver, y gracias a un amigo Vietnamita que nos acompañó durante nuestro viaje, la gente vive con poco y es feliz con lo que tiene. Trabajan mucho en lo que les surja y encuentran negocios por todas partes y con eso viven. Hay muchísima vida por todos los rincones de la ciudad y, como pude comprobar en casi todos los países del sudeste asiático, su gente es amable y te ayudarán y darán todo lo que esté a su alcance.
Algunas recomendaciones para acabar con Ho Chi Minh:
- El delta del Mekong y su mercado flotante
- Los túneles de Cu chi donde se escondían los vietnamitas durante la guerra contra EEUU (impresionantes vivencias contadas por locales que perdieron familiares durante la guerra)
- El museo de la guerra.
Próximo destino....Filipinas
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